O noso proxecto

lunes, 18 de mayo de 2015

DIVINA CASAL MATO

                                        
                                                             Divina de pequeña con una muñeca
                                

Divina ha vivido entre dos países y siente apego hacia ambos, de pequeña tuvo que emigrar a Venezuela pero volvió a España. Ella ejerció multitud de profesiones y actualmente practica la agricultura más como hobby que como necesidad.
 


  ¿Cómo te llamas?

  Me llamo Divina Casal Mato.

  ¿Dónde vives actualmente?

  Actualmente vivo en el rural, en la aldea, un pueblo pequeño de la provincia de Ourense que se llama Orega.

  ¿Dónde naciste, cuándo, y cuántos años tienes ahora?

  Yo nací en el año 1952, tengo 62 años, en otro pueblo pequeño del rural de la provincia de Pontevedra. Pertenece al ayuntamiento de Lalín y vive de la agricultura, la ganadería, que básicamente era la labor que se estaba desarrollando en aquel momento, pero a unos niveles, bueno lo lógico de hace 62 años, un poco más limitados que ahora. De hecho solo había luz en determinadas estancias de la casa, la ponían en los sitios más indispensables

  ¿cómo os comunicabais a larga distancia?

  Por carta, era la única forma. Cuando tenían que ir, por ejemplo, a buscar un médico, iban a caballo. O a lo mejor, alguien, tenía una bicicleta, que se estaban empezando a utilizar.
  Cuando yo nací no había teléfono ni televisión, lo máximo una radio, que servía para amenizarte la vida y escuchar las noticias. Pero estamos hablando de hace mucho, que es el recuerdo que yo tengo. La gente solía comunicarse a través del boca a boca, estábamos acostumbrados, nos reuníamos y hablábamos de nuestras cosas...

 ¿Y contribuías a las tareas de casa?
   
    Sí, como todos los niños labriegos, realizábamos las tareas que no tenían mucha importancia e igualmente servíamos de ayuda. Por ejemplo, yo ayudaba con las vacas. Y por eso no nos considerábamos maltratados, era lo normal en una casa de campo, todos los miembros contribuían en la medida de sus posibilidades al cuidado de su hogar. Ibas a ayudar a coger una hierba, a levantar un saco... era lo más natural.

  Aparte de las tareas que hacíais en el campo, ¿cómo era vuestro tiempo libre, a que jugabais?
  Ah, sí jugábamos. Se jugaba mucho a pillar, al escondite, a la pelota, con muñecas...Las muñecas eran distintas de las de ahora, no las vendían en la juguetería y las hacíamos de trapo; y con eso jugábamos espléndidamente, vistiéndolas y desvistiéndolas...E íbamos a pasear, a las fiestas de los pueblos y a  las ferias. Otra de las cosas que nos gustaba mucho era escuchar las historias que nos contaban los mayores. Básicamente así pasábamos el tiempo.

DDivina junto a su nieto (el propio entrevistador)
                                                                                                                                                                                                                                                                                      
 ¿También ibas a la escuela?

  Por supuesto, yo fui muy temprano. Era una escuela única para todos. Empecé con 6 años, teníamos un profesor bueno y cuidaba de nosotros. A los 11 consideraron que era apta para examinarme y entrar en la secundaria. Para ello fui a hacer la prueba  en Pontevedra, y luego pasé a secundaria. El primer año lo hice en Lalín que era el sitio más próximo. Fue un trauma porque supuso un cambio radical. Me fui de casa a vivir con otras personas, todo nuevo... La mejor etapa fue la niñez. Luego fui a Santiago parte de la secundaria, después comenzó mi vida en la emigración

  ¿Qué recuerdas de tus padres?

  Mis padres fueron emigrantes y cuando yo tenía 6 años se fueron a Venezuela, yo me quedé con mis abuelos y tías. A los 13 años me vinieron a buscar para llevarme con ellos a Venezuela y fue otro cambio radical en mi vida porque pasar de un lugar donde está la gente que conoces y te vas a otro país, no tienes la misma confianza con los padres porque hace mucho que no los ves, no conoces a nadie... Fui en barco, en 17 días. Fue terrible, había olas y yo me mareaba. Y allí seguí estudiando, pero con dificultades porque allí los estudios eran diferentes: otra geografía, historia...
Y me bajaron varios cursos, perdí dos años de mis estudios. En Venezuela también ayudaba en el trabajo. Mi padre era camarero, y mi madre, para cuidar de mi hermano, que había nacido allí, trabajaba cuidando de las segundas residencias de algunas personas ricas de Venezuela.

  ¿Y qué cambios viste entre la gente de aquí y de Venezuela?
  La gente de Venezuela es buena gente. A mí en el colegio me aceptaron como algo curioso, se hartaban de hacerme preguntas. Pero después uno se daba cuenta de que no era tan fácil que te aceptaran en sus círculos, no era posible una amistad sincera. Como aquí, es difícil ser aceptado entre gente nueva. También depende del carácter, yo no era muy extrovertida y me costó integrarme.

 
¿Qué estudiaste después del instituto?

  Mis padres estaban dispuestos a hacer un sacrificio por que yo estudiara una carrera, pero al terminar el bachillerato no quise ir así que estudié contabilidad. Hice un curso, hablé con el profesor y me consiguió el trabajo. Pero mi madre se tuvo que operar y dejé de trabajar para ayudar en casa. Cuando ella se recuperó encontré otro trabajo; en esa empresa llevábamos la contabilidad de muchos negocios, yo empecé como ayudante de contabilidad hasta que me casé. Mi esposo tenía un negocio de restauración y ya mi vida cambió, me puse a trabajar allí. Un año después nació mi primer hijo y en 3 años, mi hija. Así fue transcurriendo el tiempo, y cuando los niños ya fueron un poco mayores, decidimos volver a España, nos establecimos en Santiago. Estuvimos un año buscando cómo hacer para sobrevivir allí, fue una etapa angustiosa, y al final compramos un restaurante, era un trabajo constante. 6 años después vi que era demasiado trabajo, prefería ser empleada. Así que vendimos el negocio y mi marido tuvo que volver a Venezuela. Así que opté a camarera y trabajé en diversos establecimientos. Luego volví a Venezuela, allí me aburría acostumbrada al ajetreo de Santiago. En el edificio que estábamos construyendo había una lamparería, los dueños tenían que cerrar porque la encargada tenía que dar a luz así que me ofrecí yo. Robaron 2 o 3 veces pero nunca cuando yo estaba, aunque luego tenía que dar la cara ante los jefes.
Luego volvimos al rural en Galicia otra vez. Mi marido se puso a trabajar en los viñedos, y yo decidí montar mi propia empresa, una granja de caracoles, que luego fracasó. Todo el tiempo ha sido una lucha constante, trabajando, y te queda la satisfacción de que has conocido varias ramas laborales. Comencé en una oficina, camarera, cocinera, con la granja...

  ¿Y aparte de Venezuela, otros viajes?

  Excepto viajes de un día a la playa aquí y en Venezuela, nada. Cuando estabas en Venezuela venías a España de vacaciones. Es el gran problema del emigrante, siempre añoras tu otra tierra. Veníamos a ver a la familia y a ver cómo estaba el mercado, a otear las oportunidades. Además, si tienes animales no puedes ausentarte mucho. Estoy esperando a jubilarme para unas vacaciones largas.





                                                                                        Divina de joven, en Venezuela, con plátanos y un loro
                                                                                                                                                        ¿Cómo eran las fiestas y la religión?

Hay mucha variedad, aunque el catolicismo tenga más adeptos. Conviven todos perfectamente. Últimamente también hay muchos testigos de Jeovah. Las personas son tranquilas pero hay mucha inseguridad y delincuencia, es algo que no me explico.

  ¿Conocías más emigrantes españoles?

  Sí, donde yo vivía, El Junquito, a 20 km de Caracas, era un pueblo de españoles. Sobretodo gallegos, portugueses y alemanes. Hacíamos reuniones en las fiestas como carnavales y navidad, aunque los alemanes no se mezclaban con los demás y eran muy cerrados.

  ¿Cómo conociste a tu marido?

  Fue muy simple. Mi padre trabajaba de camarero y mi marido llegó a El Junquito a comprar un negocio en el cual vivimos luego. Durante la semana no se trabajaba mucho pero los fines de semana tenían que contratar trabajadores extra. Así que mi padre iba de extra los domingos. Ellos hablaban así que él supo de mi existencia, y siempre decía “A ver cuando traes a tu familia” y un día fuimos a conocer el negocio y a sus dueños, y allí estaba “el Casiano”. Empezamos a hablar y a conocernos, él venía a casa y así surgió nuestro enamoramiento.

  ¿Teníais un nivel de vida alto allí?

  Antes de casarme no, éramos trabajadores. Luego pasamos a ser jefes al yo casarme con Casiano. Subí de estatus, como quien dice. Era un negocio que daba muchos ingresos, de hecho el primer año compramos dos coches, y fue cuando empezamos a pensar en invertir. Entonces junto a sus hermanos, en sociedad, comenzaron a construir un edificio que es el que tenemos, y ese fue el problema, todo lo que ganábamos lo invertíamos ahí. Tuvimos que empezar de cero y la construcción se comió muchísimo dinero. Él decía que este país era muy rico que con el dinero de las rentas del edificio podríamos vivir en España sin problemas. La idea no era mala pero no contábamos con que Venezuela se viniera abajo.

   ¿Qué te gusta más, Venezuela o España?

  Tengo el corazón partido. Ahora es mejor vivir en España por la situación del país, la familia, tus raíces... Pero Venezuela es un país maravilloso, empezando por el clima que siempre es bueno y terminando por la gente.

  ¿Qué diferencias encuentras entre la sociedad de antes y la de ahora?

  Hay un abismo, se ha avanzado muchísimo en poco tiempo. La sociedad de antes era más “enxebre” y la gente conversaba más. Ahora que tienes coche ya no te paras a hablar con nadie. Cuando yo era paqueña había muchas limitaciones, mucha gente pasándolo mal y desde luego no tenías las posibilidades culinarias de hoy en día, aunque todo era más sano. Además no tenías tantas necesidades porque no las conocías y vivías bien igual. En mi casa nunca se pasó hambre porque éramos autosuficientes. Yo no diría que la sociedad de antes era peor, aunque no teníamos lo de ahora la gente era feliz con sus fiestas y sus bailes. Ahora que tenemos tantas cosas la gente no parece tan contenta.

Divina dedicó su vida al trabajo y sus hijos, y por ahora no ha dejado de hacerlo.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Mª PURIFICACIÓN ESPIÑA GULÍAS

 "A mí cuando me tocó, la vida de las mujeres era más dirigida por los maridos, los padres; la mujer comenzaba a liberarse aunque mi madre tuvo suerte y mi padre siempre la trató bien"





Mª Purificacion Espiña Gulías, 1960, en Puebla, México con 3 años


Esta fue la vida de una mujer que aunque tenía una buena situación económica tenía restricciones por ser hija de gallegos en un país extranjero y que a pesar de todo tuvo una buena vida de la cual se acuerda cada día.


Pregunta: Vamos hablar un poco de su infancia; ¿A qué jugaba?
Respuesta: Pues a los juegos de todos los niños: futbol, andábamos en un cochecito de pedales, a brincar la cuerda, voleibol, básquet, a todos los juegos que jugaban los niños de esa época.
¿El cochecito de pedales aún se utiliza hoy en día?
·         Sí, mis tres hijas lo tuvieron.
¿Hubo algún acontecimiento en su infancia que recuerde con mayor amplitud?
·         Bueno sí, tengo varios, pero el más marcado fue cuando tenía año y medio que me queme con fuego las piernas.
¿Y usted siendo tan pequeña que sintió?
·         No, no recuerdo bien lo que sentí. Tengo recuerdos muy vagos, no muy claros pero si flechazos de haber vivido eso.
¿Cuándo empezó a ir a la escuela?
·         Cuando tenía 3 años.
¿Y cómo eran sus profesores? ¿Cómo le trataban?
·         Bien, siempre tuve profesores buenos, amables, cariñosos y respetuosos.
¿Hacía algún tipo de actividad en la escuela? Como teatro, deporte…
·         En alguna ocasión llegue a participar en teatro, en algún baile típico en algunas cosas, no en todas, pero si llegue a participar en algunos eventos.
¿En teatro como se sentía?
·         En teatro un poco tímido, no me sentía muy contenta.
¿Ir a teatro le ayudo a quitar la timidez?
·         No, yo tímida nunca fui, al contrario, siempre fui muy extrovertida  y abierta pero el teatro no ha sido lo que más me gusto.
¿Sú adolescencia cómo la vivió? Ya sabe que lo típico es que se pase mal.
·         Bueno yo mal mal no la pase, tenía mis discusiones con mis padres pero yo no tengo mal recuerdo de mi adolescencia. Yo creo que la viví muy bien y con muy pocas dramatizaciones.
En su vida amorosa, ¿cómo conoció a su primer novio?
·         Mi primer novio me lo presentaron unas amigas.
Durante su adolescencia y niñez, ¿Qué tipo de música escuchaba? ¿Y a quienes?
·         Más bien siempre me fui hacia lo romántico, la música romántica, no fui ni de rock ni de música muy escandalosa.
¿Y recuerda alguno que le gustase mucho?
·         En mi época fue cuando empezaba Miguel  Bosé y me encantó, fue una cosa que me gusto desde el principio, incluso me sigue gustando. También me gustó mucho Roberto Carlos, un brasileño; José Luis Pedales y más o menos de ese estilo.
¿Alguna vez le llamo la atención aprender a tocar algún instrumento?
·         Intente aprender a tocar la guitarra pero el profesor me dijo que me tenía que cortar las uñas entones decidí  que no, después aprendí a tocar la marimba. Es un instrumento de Centroamérica. Es un instrumento de percusión. Me gustó mucho y lo aprendí a tocar. Se utiliza sobre todo en el estado de Veracruz, México. Me gustó tanto que incluso participe en una rondallas, es como se le llamaba a los grupos de las escuelas, donde había guitarras, mandolinas, la marimba que yo tocaba junto con una compañera, porque hacía falta por lo menos dos personas para tocarla, acordeón, maracas, castañuelas y poco más. Se utilizaba una capa con listones de colores que aquí también se utiliza pero no sé cómo se le llama aquí.
¿Porque se utilizaban las capas?
·         Las capas eran parte de la vestimenta, de los integrantes de una rondalla. La vestimenta básica era ir de azul marino con camisa/blusa blanca y la capa con listones de colores. Era muy bonita la capa, y uno se siente muy guapo con esa capa. Incluso yo la tuve durante muchísimos años en mi casa porque aparte había sido de una capa muy cara y siempre me había gustado mucho.
¿Qué paso con ella?
·         Después de casarme, no sé, se quedó en casa de mis padres y ya no supe que paso con ella
¿Hubo algún instrumento, aparte de la guitarra, que intentase tocar pero que por razones económicas u otras cosas no hayas podido?
·         ¡Sí! Me hubiera encantado aprender a tocar el piano pero obviamente el piano era carísimo  y nunca aprendí pero si me hubiera gustado mucho.
                                                         Teatro del DF, México
 
Bueno y durante su tiempo libre ¿Qué hacía?
·         Pues realmente la televisión siempre me ha gustado  mucho mucho, siempre he sido fanática de la televisión pero también he leído muchísimo, aprendí a tejer que también me encanto, aquí se llama calcetar, aprendí a bordar, a usar el ganchillo, aprendí a hacer muchas cosas; también salía a pasear, a tomar café con mis amigas, el cine, me apasiona; el teatro ir a verlo también me gusta mucho. Cosas así… normales, soy una persona bastante normal.
¿No pasaba mucho tiempo en casa?
·         Sí, no tenía mucho permiso de salir; eran contados mis permisos y muy controlados por mis padres.
¿Y por qué?
·         Porque mis padres como buenos gallegos en un país inmigrante eran un poco obsesivos en que no tuviéramos mucha relaciones que ellos no pudieran controlar.
¿Y con el tiempo, con tus hermanos, fue cambiando?
·         No, realmente siempre fueron así, tanto conmigo como con mi hermano o mi hermana diez años más pequeña que yo. Ese control donde no tuviéramos mucha relación con la gente mexicana del todo, siempre la tuvieron, más bien teníamos que tener más relación con gente gallega era un circulo bastante cerrado en el que me tocó vivir.
Vale,  ¿Y cada cuanto ibais a bailes, cenas o reuniones?
·         Bueno a las pocas bodas que íbamos, había un centro social donde eran pocos gallegos y ahí participe en bailes regionales y eran pocas fiestas al año eran tal vez 5-6 fiestas al año con el tiempo fueron aumentando porque también se fue ampliando el circulo de españoles, gallegos y con eso las comunicaciones eran más fácil, ir y venir de otras ciudades y así fue evolucionando poco a poco, hasta ahora que sigue siendo así.
¿Y cómo se llama ese centro?
·         Centro Gallego, había un centro en la ciudad de México (DF) y otro en Puebla, donde yo vivía, se hacían intercambios alguna fiesta venían los del DF a puebla, en otras íbamos nosotros, que no era lejos está a 125km de la capital.
¿Más o menos a cuánto tiempo?
·         Hora y media- dos horas, buena carretera, es autopista, siempre hubo buena comunicación.
Ahora que me estás hablando de México ¿consideras que realmente es tan peligroso como hacen creer las redes públicas?
·         Bueno el peligro a aumentado en todos los países del mundo pero no es tanto como se ve en las noticias es un país como cualquier otro con sus peligros con sus cosas mala pero no es como lo sacan en las noticias solo que ahí se ve más la miseria  que en España pero pues también hay muchísima más gente, son países mucho más poblados con muchísima corrupción, los políticos una corrupción muchísimo más antigua que la que existe aquí. Entonces a consecuencia de eso hay muchísima miseria y eso es lo realmente lo más triste y no la violencia que puede llegar a haber.
¿Y consideras que te gusto pasar tu vida ahí?
·         Sí, yo fui feliz en México, siempre lo fui ahí y sigo siendo muy feliz. Tengo amistades mexicana desde que yo era niña de las cuales todavía conservo y tengo buena relación y grandes lazos familiares; Tengo un ahijado al que quiero mucho y tengo continuamente relación con él, su madre y sus hermanos; Tengo muchísimas mas amistades que son de origen mexicano a las cuales les debo mucho y les tengo en un gran recuerdo.
Muy bonito. Ahora cambiando un poco de tema ¿Cuál es el recuerdo que relacionas más con tus padres y hermanos?
·         El mayor recuerdo que relaciono con mi familia yo creo el que más vivimos, así, unidos y era algo como difícil, que no se podía olvidar  los domingo ir de día de campo todo juntos, toda la familia a comer e iban amigos de origen gallego, que se reunían. Eran para arrejuntarse y de pasar el domingo familiar. Mi padre Manuel y mi madre Hermesinda, mis hermanos Carlos y Rocio con otras amistades, éramos muchos, un grupo muy grande y aún se conserva esa amistad esa unión.
¿Nunca se llegó a incumplir ese domingo?
·         Si algún domingo se suspendía, se había decidido ir a comer todos a un restaurante, íbamos los mismos que los del día de campo o si había fiesta en la ciudad de México, en el Centro Gallego pues también, nos juntábamos e íbamos todos juntos. Salíamos todos al mismo tiempo y regresábamos todos juntos, siempre hubo esa unión, de apoyarnos, de tener una amistad llego a ser una familia y a querernos y a seguirnos tratando.
¿Y después de que tú te casaras y mis tíos se casaran, se siguieron haciendo esos domingos?
·         Esos domingos de día de campo duraron hasta que mi papa se murió, cuando el murió, yo ya estaba casada, tenía 33 años, pues ese grupo dejo de ir de día de campos pues porque extrañaban a mi papa y decidieron dejar de hacerlo porque                                                                                                 era el que más empeño ponía en seguir haciendo esos domingos de día de campo y se suspendieron, se dejaron de hacer.
Día de campo en España, Domingo


¿La gente que iba a esos día, aparte de tu familia, sigue habiendo relación con ellos?
·         Sí, ellos ahora también están viviendo aquí en España y mi madre sigue teniendo esa relación al igual que yo, mi hermana y mis hijas, también.
¿Qué hacíais los días que no eran domingo?
·         Pues estudiar, trabajar, lo normal. Mis hermanos y yo estudiábamos  después también trabajamos en los negocios de mi padre, yo aparte tuve otros empleo.
Relacionado con la familia, ¿Ibais a misa? ¿Erais creyentes?
·         Mmm… sí, si éramos creyentes íbamos a misa. Yo sí porque estudie en una escuela de monjas. En mi última parte de estudios la pase con monjas. Eran unas misas muy agradables, muy bonitas. Y si, si íbamos a misa; no religiosamente todos los domingo pero si éramos practicantes  del catolicismo.
Hablando un poco en general de tu casa ¿Cómo era tu casa por dentro?
·         ¿Cómo era mi casa? Mi casa era amplia, que construyo mi papá no fue comprada. Compro el terreno y la mando a construir. Era una casa muy grande, era de dos pisos, en la planta de abajo estaba la cocina, un salón y comedor grande, tenía garaje para dos coches, había una habitación con su baño en el cual estaba la asistenta, vivía de planta allí. En la planta de arriba había 4 habitaciones: la de mis padres, la de mi hermano Carlos, la mía y una que era la de los invitados que después paso a ocupar mi hermana la pequeña, Rocio. Había una sala para ver la televisión, un baño completo y una habitación que se ocupó para la plancha, juguetes para todo y nada, y tenía un balcón muy grande que daba a la calle, obviamente.
Y la asistenta, la que vivía ahí, ¿teníais una relación cordial o buena relación?
·         La mayoría de las asistentas tuvimos buena relación, luego hubo alguna que tuvimos una relación más intensa, más fuerte, por ejemplo: cuando yo era niña había una asistenta que se llamaba Rogelio que nos cuidó mucho a mi hermano Carlos y a mí, después dejo de trabajar, es decir se fue a trabajar sus tierras con su hija. Ella se fue por ciertos años que tenía pero nos seguía visitando de vez en cuando. Después tuvimos alguna en la que la teníamos buena relación pero no mayor. Después tuvimos una que se llamaba Margarita, estuvo muchos años con nosotros y tuvimos una gran relación, la queríamos y ella nos quería muchísimo, todavía llego a conocer a mi hija la mayor, Susy.
¿Y hubo alguna con la que hayáis tenido mala relación?
·         No, realmente no
Y en esa casa tan grande ¿teníais animales?
·         Sí, siempre teníamos perro, siempre siempre. Mi padre adoraba los perros y siempre tuvimos uno. Mi hermana Rocio tuvo algún gato pero duraban poco los gatos en la casa.
¿Porque?
·         Pues… se escapaban y no íbamos detrás de ello y no sabían volver.
Bueno y hablando por fuera de la casa ¿Cómo os llevabais con vuestros vecinos?
·         Bueno era mínima la relación, mi hermano Carlos y yo teníamos una poquita relación con los niños que vivían en la misma calle pero con los padres no había gran relación. Nos saludábamos los buenos días y las buenas noches pero nada más.
¿Durante toda tu vida siempre ha sido así?
·         No, cuando yo me case y me fui a vivir a mi casa si tuve mucha relación con los vecinos que me toco
¿Y con alguno de ellos sigues teniendo relación aunque no estés allí?
·         Si, sigo teniendo relación con más de dos o tres  vecinos
¿Y esos vecinos han afectado en tu vida de forma especial?
·         Bueno siempre han sido amigos de verdad; donde siempre me han ayudado las veces que han podido; donde yo también he ayudado cuando he podido ayudar; donde hemos organizado  alguna que otra reunión para divertirnos. Sí, tengo un gran recuerdo de ellos.
Hableme un poco de las comidas que se hacían en la vecindad ¿Cómo es eso?
·         ¡Ah! Nos juntábamos los vecinos y organizábamos a lo mejor para festejar pues la noche del 15 de septiembre que es una fiesta grande en México patriota, una fiesta patriota, y nos juntábamos los vecinos y hacíamos nuestras fiestas en misma calle. Todos cooperábamos con algo de comida, comíamos, platicábamos, nos divertíamos unos con otros. La pasábamos muy bien en esas reuniones.
¿Y que se celebraba?
·         El 15 de septiembre es el día que Don Miguel Hidalgo dio el grito de la independencia cuando se empezó a luchar contra los españoles para liberar al pueblo mexicano.
Bueno antes me hablo que sus padres eran gallegos, le controlaban más que a otros padres a sus hijos pero con eso aparte ¿cómo era la vida de las mujeres cuando era joven? 
·         A mí cuando me toco la vida de las mujeres era más dirigida por los maridos, los padres; la mujer comenzaba a liberarse aunque mi madre tuvo suerte y mi padre siempre la trato bien y siempre trabajo al par de mi papá y siempre mandaron en la casa al mismo son aunque la mayoría de las familias de México en esa época  quien mandaba era el hombre y no la mujer  y quien llevaba el dinero, el sustento era el hombre y no la mujer. Había poca mujer que llegaba a trabajar después de casarse y con hijos. Cuando realmente se empezó a pelear la mujer por ser independiente, porque se les tratase igual fue el inicio de la lucha en esa época, cuando yo empecé a ser joven, digamos 16-18 años.
Y durante esa época, ¿su madre trabajaba o aprendió algo que normalmente no haría una mujer?   
·         Bueno mi madre trabajo, desde un principio trabajo al par de mi papá, en el mismo negocio. Siempre trabajo, siempre trabajo al par de mi papa, al mismo nivel y con la misma intensidad y siempre apoyando el uno al otro. Ellos eran iguales, tenían el mismo mando en casa uno que otro igual en el negocio.
¿Y a que se dedicaban?
·         Ellos tenían un comercio de muebles, vendían muebles y se les llaman mueblerías.
Y la alimentación ¿Quién cocinaba?
·         La cocinera en mi casa era mi mamá, ahí si mi papá no era muy bueno pero él intentaba ayudar en lo que podía pero no era bueno cocinando, creo que nunca lo fue cocinando. Si llegaba a calentarnos la leche, cosas muy simples porque cocinar mi papá si no podía hacer otra cosa: barrer, pasar la fregona… esas cosas si pero cocinar solo mi mamá.
¿Y teniendo asistenta alguna vez cocinó ella?
·         No, siempre cocinaba mi mamá aunque tuviéramos asistenta la que cocinaba era mi mamá.
¿Y había algún alimento que por ser caro no lo podías comer muy a menudo?
·         Si, el marisco. El marisco era caro, no estaba dentro de nuestras posibilidades  y solo se llegaba a comer en navidades.
El día a día cocinaba su madre pero ¿y los días de fiesta?
·         Pues los días que íbamos de campo  a veces se compraba la comida  y otras veces entre todos hacían algo o a veces se llevaba la carne y se asaba en el día de campo a la barbacoa, lo normal.
Usted decía que teníais mueblerías ¿Tu trabajabas en ellas?
·         Si, primero trabaje en un bufete de abogados muchos tiempo, después tuve un accidente en el que tarde mucho en recuperar y empecé a trabajar en las mueblerías poco a poco  y cuando me di cuenta estaba trabajando a tiempo completo en las mueblerías con mi papá.
Y cuando se casó ¿siguió trabajando ahí?
·         No, deje de trabajar con mi papá y empecé a trabajar con mi esposo en una fábrica de colchones y siempre con mi esposo.
¿Y porque siempre con su esposo?
·         Porque así se dieron las cosas, se dieron así y así se hicieron.
Acaba de decir que trabajó en un bufete de abogados ¿Cómo es que trabajó ahí? ¿Qué estudió para trabajar allí?
·         Pues yo estudie un FP en contabilidad y secretariado y para recibir mi título tenía que trabajar en una especie de trabajo social en alguna empresa, en algún despacho de abogado, en algún lado; y a mí me toco en un despacho de abogados, estuve ahí. Me trataron muy bien  y después de que termine recibí mi título seguí trabajando allí porque se me ofreció trabajo y seguí. Conserve esa relación durante  muchísimos años. Muy buenos recuerdo tengo de esos licenciados.
Y esos amigos con los que tiene tanta relación, ¿a qué se dedicaban?
·         Tengo de todo, tengo amigos arquitectos, abogados, periodistas… de todo un poco.
Bueno, relacionado con los viajes, ¿viajó mucho?
·         Bueno yo considero que comparado con las amistades que tengo. Siempre viaje en varios veranos a España con mi abuela. En algunas ocasiones me quedaba más del verano, incluso en una ocasión me quede casi 2 años en otra ocasión 6 meses. También fui a Panamá porque también tenía familia ahí. Si considero haber viajado mucho más que otras personas.
¿Y emigró?
·         Se puede decir que yo emigre ahora porque yo soy mexica y me considero mexicana  y al divorciarme pues emigre a España a reunirme con mi familia: mi madre, mis hermanos… se puede decir que es ahora cuando yo emigre.
¿Y cómo considera la vida aquí?
·         Estoy muy contenta es un país que me ha tratado muy bien, extraño muchísimo mi país, obviamente, muchísimo. Mi país porque siempre tendré a mis amigos y amigas en México. Pero aquí debo de admitir mi vida es muy agradable y aunque no tengo las amistades que tengo allá estoy contenta de vivir en España.
 ¿Lo cambiaría?
·         No, hoy por hoy no lo cambiaria, la postal que tengo cuando me levanto y salgo a la calle es muy diferente, aquí la postal que veo es mucho más agradable porque no hay tanta miseria, no se ven niños sufriendo ni pidiendo limosna cosa que en México si se ve.


martes, 12 de mayo de 2015

CARMEN TOBÍO SEGADE


“A los doce años empecé a aprender el oficio de modista”
(Carmen Tobío Segade,76 años, La Gándara)

Carmen Tobío es una mujer que ha luchado mucho a lo largo de su vida. Nacida en el seno de una familia trabajadora, su esfuerzo y sus ganas de salir adelante y llevar una buena vida han sido clave a lo largo de esta. Aun habiendo atravesado la posguerra, que admite que fue una dura etapa, ella asegura con humildad que nunca le faltó de nada y que es muy afortunada por ello.

Pregunta. ¿Cómo era la casa en la que te criaste?

Respuesta. Era una casita normal, de planta baja, con tres habitaciones, la cocina y nada más.

P. ¿Con cuántas personas vivías?

R. Vivía con cuatro: mis padres y mis dos hermanos.

P. ¿Qué recuerdas de ellos?

R. Pues... Cosas buenas.

P. ¿A qué se dedicaban?

R. Mi hermano era chapista y mi hermana fue a aprender a coser y era modista.

P. ¿Y tus padres?

R. Mi padre trabajaba en el Parque Taller de Automovilismo y mi madre en el campo.

P. ¿Cuál era la fuente principal de ingresos?

R. Mi padre.

P. ¿Qué comíais en casa? ¿Cómo obteníais los alimentos?

R. Mi madre trabajaba en el campo y plantaba muchas cositas. Además, mi padre era el que traía el sueldo para comprar pescado, pan y todas esas cosas que se compran, azúcar, aceite... que claro, esas no eran de casa. Las otras cosas eran del campo.

P. ¿Qué clase de ropa llevabais?

R. Normalita, porque en aquella época no había muchos medios para comprar muchas cosas, había que hacerlas en casa con trapitos.

P. ¿Fuiste a la escuela? ¿Cómo os trataban?

R. Sí que fui a la escuela. Nos trataban bien, por lo menos a mí me trataron bien y a los demás también. Era una escuela normal, con una profesora a la que le teníamos mucho cariño que se llamaba Doña Sara.

P. ¿Qué hacías en tu tiempo libre? ¿Teníais juguetes?

R. Juguetes teníamos poquitos. Los hacíamos nosotros: hacíamos muñequitas de trapo y cosas así. Después, jugábamos en la calle. Nos juntábamos la pandilla de niños, que éramos todos pequeños, y jugábamos en la calle a las casitas, al escondite...

P. ¿Ibas a misa?

R. Iba a misa, los domingos.




P. ¿A qué edad empezaste a trabajar?

R. Primero a los doce años empecé a aprender el oficio de modista, y después tendría dieciocho cuando empecé a trabajar ya ganando un sueldo.

P. ¿Te pagaban mucho?

R. No, de aquella pagaban poquito; pero bueno, también no estaba la vida tan cara como está ahora.

P. ¿Ibas a las fiestas? ¿Dónde eran?

R. Eran fiestas en la parroquia.

P. ¿Y qué música escuchabais en las fiestas?

R. Dependía. Si había una banda de música, pues una banda de música. O, si la había, una orquesta, que de aquella había muchas orquestas buenas. Y bailábamos, nos divertíamos... Toda la pandilla, que íbamos juntas.

P. ¿Quién fue tu primer amor?

R. Mi primer amor fue tu abuelo.

P. En general, ¿cómo recuerdas tu adolescencia?

R. Bien, normalmente bien.

P. ¿Viviste la posguerra?

R. Sí, la viví.

P. ¿Y cómo fue?

R. Bueno, bastante tirante. Pero a mí, gracias a Dios, no me faltó de nada; de nada, vamos... de lo principal.

P. ¿Viajaste a algún lugar?

R. No.

P. ¿Y emigraste?

R. No, tampoco.

P. Para finalizar, ¿qué es lo que más recuerdas de tu infancia?

R. De mi infancia recuerdo cuando jugábamos y cuando salíamos con mis padres, que a lo mejor nos llevaban a una fiesta, o íbamos a visitar a mis abuelas, o a dar un paseo por las calles; por otros sitios no se podía ir, porque no había muchos medios para desplazarnos.

Muchas gracias. Ya hemos terminado.

De nada.
Ana María Vidal García

JOSEFA CANABAL ÁVILA

"Cuando se celebraba los baile ibas a la misa y luego jugabas con las amigas y las compañeras, en una reunión con comida y baile."


Josefa Canabal es una mujer que tuvo una infancia  tranquila en Asturias hasta que a los 15 años tuvo de emigrar a Venezuela. Y que al volver a su ciudad de nacimiento comprobó cómo habían cambiado las cosas desde su marcha.



 Pregunta : ¿Cuántas personas vivían contigo cuando eras pequeña? 
 Respuesta : Éramos cinco, mis padres y los 3 hermanos.

 P: ¿Quién llevaba el dinero a casa?
 R: Mi padre.

 P: ¿Y tu madre?
 R: Ella trabajaba en la casa.

 P: ¿Quién cocinaba?
 R: Mi madre.

 P: ¿Vosotros ibais al colegio?
 R: Claro.

 P: ¿Cómo te trataban los profesores?
 R: Bien, porque yo iba a un colegio de monjas. Allí tenía una monja que me quería mucho , la madre Teresa , era muy buena conmigo , me enseñó muchas cosas.

 P: ¿Cómo eran los estudios, complicados, difíciles…?
 R: Bueno yo lo llevaba regular.

 P: ¿Comíais alguna vez fuera de casa?
 R: No, en casa de mi abuela pero fuera en restaurantes nunca.

 P: ¿Cómo te divertías en tu tiempo libre?
 R: Jugando con los niños y mis compañeros.

 P: ¿Los hacías todas las tardes?
 R: No, cuando tenía deberes no iba porque mi madre no me dejaba.

 P: ¿En el pueblo se celebraba algún baile o algún evento especial?
 R: Sí, se celebraba el día de Carmen.

 P: ¿Cómo iba la gente?
 R: Cuando se celebraba los baile ibas a la misa y luego jugabas con las amigas y las compañeras, en una reunión con comida y baile.

 P: ¿Cuándo ibais a las fiestas vestíais ropa especial?
 R: Sí, la ropa de domingo que estaba un poco más cuidada.

 P: ¿Dónde comprabais la ropa o la hacíais?
 R: Nos la compraba m madre.

 P: ¿Iba a algún sitio en especial?
 R: No.

 P: ¿Durante tu infancia pasó algo especial, algo que marcase tu vida?
 R: No, mi infancia fue muy buena, feliz.

 P: ¿Tenías muchos juguetes?
 R: No, porque en aquella época solo teníamos el sueldo de mi papá y no nos alcanzaba para todo.

 P: ¿Solo os manteníais con ese sueldo?
 R: Claro.

 P: ¿Ibais todos los días a misa?
 R: Solo los domingos, ya que si faltábamos nuestra abuela se enfadaba.

 P: ¿Tuviste alguna mascota de pequeña?
 R: Sí, un perro y un gato.

 P: ¿Y tus hermanos?
 R: Eso era para los tres.

 P: ¿Cómo manteníais a las mascotas?
 R: Ellos comían de nuestra comida.

 P: ¿De las sobras?
 R: Claro.

 P: ¿Cómo era la relación con tus vecinos? ¿Tuvisteis algún problema con ellos?
 R: No, era una buena relación.

 P: ¿Cuál fue tu primer amor?
 R: Aquí en España no tuve ningún primer amor, porque yo me fui con 15 años a Venezuela.

 P: ¿Y tu hermana mayor?
 R: Ella sí tenía novio, un futbolista.

 P: ¿Cuántos años tenías cuando te fuiste a Venezuela?
 R: Tenía 15 años.

 P: ¿Por qué os fuisteis a Venezuela?
 R: Porque mi papá ya se había ida antes y el nos llamó.

 P: ¿Sobre que año fue?
 R: En 1958.

 P: ¿Te gustó emigrar a Venezuela?
 R: Al principio extrañaba mucho España, Asturias, pero luego nos acostumbramos.

 P: ¿Volviste a tener relación con tus amigas de Asturias cuando volviste?
 R: No, porque cuando volví después de 10 años, ya no encontré ni el colegio en el que había estudiado ni a ninguna de mis amigas, solo a una que vivía en Gijón.

 P: ¿Y por qué no encontraste a nadie?
 R: Porque todos habían emigrado a otros países de cerca de España.

 P: ¿Y el colegio?
 R: No lo sé.

 P: ¿Había más colegios cerca?
 R: No, solo había ese en Turón.

 P: ¿Fuiste a otro colegio aquí en España?
 R: No, porque me fui a Venezuela.

 P: ¿Tienes fotos de aquella época?
 R: Creo que ninguna.

 P: ¿Era difícil ser mujer en aquella época? ¿Tuviste algún problema de discriminación?
 R: No, fui feliz y mi hermana también.

 P: ¿Y cuando volviste después de 10 años?
 R: Después de 10 años vine solo por un mes.

 P: ¿Había cambiado mucho las cosas?
 R: Sí, claro porque cuando vine yo ya no tenía a mis amigas, aparte de que yo ya estaba casada.

 P: ¿Con mi abuelo?
 R: Sí, claro.

 P: ¿Ya te habías casado?
 R: Yo me casé cuando tenía 21 años, en 1964, en Venezuela.

 P: ¿La música era diferente?
 R: En Venezuela se bailaba Merengue, Cha Chá… Y en España era pasodoble, Tango, eran cosas más clásicas.

 P: ¿Tocaste algún instrumento alguna vez
 R: No, solo las castañuelas.  


Annie Grasso nchez 3ºC